ESCALONES

La espera es larga. Pero cada instante permite saber que las paradas son necesarias para pasar por la proyección irrealista de la sabia naturaleza, en el que aferrase a la tierra se convierte en rito simbólico guardados por décadas

Al partir. Todo queda a tras. Ya no es necesario insistir con volver a recapitular cada uno de los momentos vividos, ya que de ellos se compone la vida, quizás solo esperar expectantes abrir cada uno de los sentidos para dejarse llevar por el cambio escenografito que presenta el paisaje.

Entre montañas los valles unidos en un constante encuentro con microclimas propicios para la visa, se encuentra cada uno de esos antiguos poblados que de muchos años llevan la muestra de la presencia de sus antiguas habitantes y la pasada de quienes en otros tiempo hicieron su pasada.

En estos valles vive la labranza, y es aquí en donde se puede hallar antiguas mitos, lugar en donde los pastores caminan por quebradas y llenan su vida del contacto mismo con la naturaleza. No es extraños verlos pasar, contando quizás alguna anécdota de sus vidas, de algún abuelo o viviendo la tradición ancestral.

Poco a poco, en una larga subida, el viajero fija la mirada en la alta montaña , aquellos témpanos de hielos eternos, colosales (elefantes) que dan muestra que el ambiente se muestra hostil y frió. En donde gigantes zafiros dan muestra de que llegar a la cima es mas que un logro.

Este signo delator de que cualquier forma de vida es posible de hacerse posible , esconde un mundo animal salvaje, algo así como aquel rincón buscado de la tierra en el que todo es descontaminado de la vida misma del hombre, porno no querer decir humanidad, que esa algunos la pierden.
Ese mundo salvaje que convive con todo aquel paisaje, esconde el mito de contar fabulas y leyendas que dejan enseñanzas, esa naturaleza que enseña al hombre a conocer su comportamiento. Mitos que alargaron su vida para preservarse hasta llegar hasta sus murallas

Volviendo a la historia. Estos viajeros al descanso que absorto al río, hipnotizados por el sonido del agua logran reconocer la fauna diferente. Adentrándose entre las montañas aparecen grandes lagos que guardan espejos de la misma vía Láctea.


Las siguientes paradas solo es un continuo adentrarse en la vida de tradiciones y recuerdos nunca olvidados que llevan nuestras almas a revivir aquel sentido perdido en que la naturaleza es guía de la vida y en donde la experiencia se convierte en madre de toda ciencia.


En estos lugares los caminantes conocieron las historias de zorros, cactus y taguas, pero hay una que traída al recuerdo desde el quijote, es de aquellos mismos pastores, el mito de la utopía de un lugar ameno